ALEMANIA


Berlín es un ejemplo de una ciudad que ha sabido transformarse y sobre todo, salir de sus cenizas. Es una ciudad moderna, la más cosmopolita de toda Alemania.
El 15% de su población es extranjera. Por ejemplo si caminas por el distrito de Kreuzberg estarás en un mini estado turco, ya que en él reside la mayor comunidad turca fuera de Turquía. Berlín es una ciudad viva, con sus terrazas en verano y sus puestos navideños en invierno. La gente apenas usa el coche, prefiere la bicicleta, en ella abundan los festivales y sobre todo la fiesta, donde un ejemplo claro es que un café cuesta lo mismo que una cerveza. A Berlín en el fondo solo le falta sustituir el agua de los grifos por una buena cerveza alemana.

Qué ver en Berlín es una pregunta que nos hacemos todos cuando una ciudad es tan grande. Una de las arterias principales de Berlín es el río Spree, navegable como muchos ríos europeos, y que abraza a una de las islas con mayores bienes culturales del mundo, la isla de los museos, donde destaca el Museo de Pérgamo.

Si hablamos de calles, la Friedrich Strasse con el Checkpoint Charlie es uno de esos lugares de película de espías y que hay que visitar si o si, tanto por el punto donde estaban los puestos de los soldados como por el museo que es una auténtica máquina del tiempo e historia de la guerra fría.

El peso de la historia reciente es lo que más ha influido al turismo y a multitud de espacios en el corazón de Berlín. La Puerta de Brandeburgo es uno de los iconos de la guerra fría junto al muro más famoso del mundo, el muro de Berlín, símbolo de la separación de familias y expresión máxima del comunismo del aquel entonces.

Hoy en día en Berlín surgen barrios como el barrio judío, donde alberga el mayor número de restaurantes y galerías de arte o como el nuevo barrio de Neukölln, popular por sus excelentes conexiones y por disponer de multitud de bares y restaurantes de moda además de tener precios más asequibles para vivir o simplemente pasar un finde semana.